9 de enero de 2015

Un abrazo de almas. Expectativa.


Un abrazo de almas


Las personas se la pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo.
!Nadie, nunca jamás te ha ofendido!
Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren. Y las expectativas tu las creas con tus pensamientos. No son reales, son imaginarias. 
Si tu esperabas que tus padres te dieran más amor, y no te lo dieron, no tienes porque sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que fueron violadas. Y tus ideas son las que te lastiman.
Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual forma y no lo hizo. Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entre las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente eso está en tu imaginación.
¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende ni daña a nadie.
Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el hábito se desarma. El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las ofensas.
Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, es sustituida por conceptos que nuestros padres, la escuela, la sociedad y los medios nos enseñan. Y crean una novela falsa de como deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y como deben de actuar los demás. Una novela que no tiene nada que ver con la realidad. También, las otras personas son criaturas de inventario. A lo largo de su vida, coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc. y las almacenan en su inventario interior.
Cuando una persona es maltratada (por no haber dicho o hecho lo que se esperaba de ella) por  alguien, deja esa experdiencia en su inventario. Cuando conoce a otro alguien, tiene miedo. Y trata de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que la que le hirieron. Saca una experiencia de su inventario negativo, se pone las gafas de esa experiencia y ve a las nuevas personas y experiencias de su vida, con esas gafas. Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros que las positivas. ¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias negativas. El inventario negativo sigue creciendo. En realidad lo que hace es que te estorba. No te deja ser feliz. Y a medida que los años pasan, se es menos feliz.

Una de las mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer y te dice no, creas resentimientos por partida doble. Primero, te sientes ofendido poque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un circulo vicioso.

Entonces ¿hace falta perdonar?

Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de como deberían actuar las personas las que te hieren. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA van a cuadrar con esas ideas que tienes.

Deja a las personas ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad.

Nadie te pertenece, ni tus padres, amigos y parejas. Todos formamos parte del engranaje de la natraleza. Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas.

Deja de pensar demasiado. Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es.

La perfección no existe. Es un concepto creado por la mente humana que ha un nivel intelectual puedes comprender, pero en la realidad no existe. Un bosque perfecto serían puros árboles, sol rico, no bichos ¿existe? NO. Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay depredadores ¿existe? NO.

La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo.

Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado, que ambos estáis comodamente sentados. Dile porque te ofendió. Escucha su explicación y perdónala. Es natural pasar por un período de duelo al perdonar, deja que tu herida sane. Descargate con alquien para dejar fluir el dolor. El corto período de nuestra vida, solo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices. Nuestra compañera la muerte en cualquier momento nos puede tomar entre sus brazos. Es superfluo gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros. No puedes darte ese lujo.


José Prieto




Expectativas

Expectativa, viene del latín expectatum (mirado o visto), es la esperanza de conseguir o realiza algo. Para que haya expectativas tiene que haber, por lo general, algo que lo sustente, sino, es una simple imaginación que puede ser irracional y basarse en la esperanza a que ocurra. Si el resultado no es ventajoso ocasiona la decepción.
Contínuamente nos lamentamos por lo que no fue como queríamos, por los ideales rotos, lo que debería haber sido y no fue... lo que nos lleva a la queja y al reproche de las personas que nos precedieron o de las que caminan junto a nosotros. ¿Realmente era una expectativa real? o, por el contrario, habíamos dejamos volar nuestra imaginación inventándonos una historia diseñada por nosotros mismos?
Cuando la expectativa se dirige hacia una persona, ¿quien amamos es como pensamos? me gustaría que fuera así, que no se portara como lo hace, que hiciera eso o aquello. Esperamos que pase como lo hemos predeterminado y que las personas actúen de acuerdo a lo que para nosotros es lo correcto, entonces caemos en la desilusión y el dolor. Esperamos que nos den, que nos digan, que nos hagan. Es díficil entender, que lo que es de una forma para una persona no lo es así para otra. Pero, entonces ya es el fin... ¿cómo puede enamorar de él? y, de este modo llega la frustración y la incredulidad. Eres incapaz de procesar lo que ha ocurrido, en parte, porque tú lo has ocasionado. Nos seguimos quejándonos y echándo la culpa a los artífices de nuestra historia y que todavían mueven los hilos de nuestro destino.
Hemos caído en el hábito de la queja contínua y nos resistimos a abandonarla pero, ¿porqué? Por miedo a vivir nuestra propia vida y ejercer con respondabilidad nuestras decisiones y preferimos vivir en nuestros sueños y deseos.
Hasta que un día abandonamos la batalla exhaustos. Pero ese día, vuelve a aparecer una voz cálida y otro misterio a desentrañar y vuelves a pensar: me gustaría que fuera así, que me escribiera mensajes de amor y que me llevara lejos de aquí, con él...


Maryflor







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