14 de mayo de 2015

Aceptación


Para salir de una situación, lo primero, es aceptarla.

La aceptación implica entender lo que nos está sucediendo, aunque creamos que no lo merezcamos, !sí! nos está pasando. Debemos aprender a vivir con nuestros errores, con las alertas que no quisimos ver, es la única manera de encarar el futuro con una nueva perspectiva.


La aceptación es el puente que nos lleva de la angustia a la paz interior.


Pero todo tiene su proceso:

           
El primer paso es la negación, el abatimiento, el rechazo a admitir la realidad en que vivimos.
           
El segundo, la cólera, dejamos de negar la situación, pero entonces aparece el reproche y la rabia hacia nosotros mismos y hacia los demás.
           
El tercero, es el pacto. Después, una vez calmados, regateamos, nos humillamos, nos rebajamos, con tal de no afrontar la realidad.
      
La depresión llega cuando uno lucha para evitar la dura realidad. Tarde o temprano, no hay más remedio que enfrentarse a la verdad, estas triste pero libre.
      
Para mí, es la etapa más delicada y difícil, la libertad implica la decisión de quedarte o irte, en definitiva, de tomar decisiones.

¿Ha llegado ya la aceptación?.

En un proceso de crisis, estos pasos son etapas más o menos largas, la cólera y la tristeza nos indicarán si aún nos queda mucho camino por recorrer. La falta de seguridad en uno mismo, las dificultades para aceptar a las personas y las situaciones tal como son, miedo a enfrentarnos a la verdad. Todo ello repercute en nuestra vida, de tal manera, que nos refugiamos en nuestros secretos y  no querer que los demás los descubran.

Realmente aceptamos nuestra existencia, o sólo nos conformamos...?


La aceptación es la "suave alegría de la verdad". 


Maryflor






Fotografía de Clemence Lucic




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