31 de octubre de 2015

Sin un final


Dicen que sin un final, lo que sea que esté ocurriendo no ha terminado aún, y que por lo tanto, uno debe seguir y seguir andando hasta que sienta el golpe del cansancio; algo parecido a - "no puedo más" - , sería la forma más sencilla de confirmar ese final.

Para mi, lo inacabado, es como una oquedad brillante y reluciente que se adjudica el protagonismo que debería tener el total, o trazos de color, queriendo revelar que no somos más que un proceso que trata de sobrevivir a toda costa; que somos heridos de guerra, carencias de relleno, exposición de lo ausentado, de lo perdido, de lo falto, de lo carente, descubrir el escondite de traumas, deseos de una historia que continúa a lo largo de un tiempo restringido.

Y de lejos observo ese hueco cegador que trae consigo el fin, una realidad que termina, un punto final que se queda bajo tierra, o volando por ahí, o buceando por mares y océanos.


Maryflor







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