26 de abril de 2016

Nada es para siempre


Nuestra conciencia siempre vuelve con el propósito de llamarnos la atención de que nos hemos apartado demasiado de nuestro camino. Vendrá como una ráfaga, nos tomará por la cintura y sin piedad nos zarandeará hasta tirarnos al suelo donde residen las raíces de nuestro nuevo ser.

No podremos volver a sentir el proceso de completarnos si nuestro corazón esta cerrado, dividido o fragmentado. Será necesario un tiempo para que los velos vayan cayendo a medida que vamos adentrándonos en lo profundo.

Aceptemos el cambio producido, nada es para siempre, expusimos nuestra fragilidad en este lugar, y en las letras sanadoras para restituir nuestro espíritu.

Tengo una idea confusa, siento la necesidad de huir. 
¿De huir? 
¿Hacia dónde?
Supongo que cuando huyes es hacia delante.

No, no quiero huir... lo que necesito es regresar.


Maryflor






Pintura de William McGregor Paxton



Gracias a todos.


20 de abril de 2016

Primavera



        Encender una vela
        Con otra vela;
        Una noche de primavera.






El halo de la luna,
        ¿No es el aroma del ciruelo
        Elevándose al cielo?






        Lentos días pasando, acumulándose,
        ¡Que lejos están,
        Las cosas del pasado!






        Labrando el campo:
        La nube que nunca se movió
        Ha desaparecido.






        Sobre la campana del templo
        Duerme
        La mariposa.






       La golondrina desciende
        Sobre el cuadro de Otsu,
        y sale  volando.



   



      Con cada pétalo que cae,
        Las ramas del ciruelo
        Envejecen.






        Un campo de flores de colza:
        El sol en el oeste,
        La luna en el este.





   

        Yendo a mirarlas,
        Las flores del cerezo en la noche
        Se han convertido en fruto.



   


        La primavera alejándose
        Duda
        En las tardías flores del cerezo.






        Te vas,
        ¡Qué largo el camino!
        ¡Qué verdes los sauces!








        Esto es todo:
        El camino acaba
        En el huerto.





Haikus de Yosa Buson
Pintura de Miho Hirano



19 de abril de 2016

Yo


Mi esencia se revela,
no está hecha para estar recluida entre murallas
ni en un cuerpo.

Por la noche abandona su celda
y sale a explorar otros mundos, 
eternos,
enredados.

Allí no hay sentencias,
ni grilletes,
ni delito.

El aire es suave y apacible,
 ayuda necesaria
para que mis alas
expandan su vuelo.

Mi alma me rebasa
no cabe en los confines de mi cuerpo.

Es mía
me ha sido dada.

Y yo, pequeña, y estrecha, espero
romper
la envoltura 
en el que se encuentra.

Y sueño, dormida,
que estiro un ala
luego la otra,
asciendo libre 
por un cielo azul,
que ni es tan cielo
ni es tan azul.


Maryflor





Pintura de Zoey Frank





10 de abril de 2016

Para ti



Acaso nos veremos un día, casualmente,
al cruzar una calle, y nos saludaremos.
Yo pensaré quizá: " Qué linda es todavía."
Tú quizá pensarás: " Se está poniendo viejo "
Tú irás sola, o con otro. Yo iré solo o con otra.
o tú irás con un hijo que debiera ser nuestro.

Y seguirá muriendo la vida, año tras año,
igual que un río oscuro que corre hacia el silencio.
Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto,
o una canción de entonces me traerá tu recuerdo.
Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas,
pensaré en ti un instante, pero cada vez menos.... 


Angel Buesa






Pintura de Victor Mordason




1 de abril de 2016

Alegorías de una ciudad


Eduardo Laborda Gil, Zaragoza 1952, artista fundamental en el arte zaragozano del último tercio del siglo XX y las dos primeras décadas del actual. Dibujante, pintor, grabador, coleccionista, cineasta, editor, comisario de exposiciones, escritor, su magnífica trayectoria le han convertido en uno de los artistas más importante de la figuración aragonesa.

Ha puesto su atención en las viejas estatuas de corte clásico y barroco como un nuevo Polifilo, el personaje del Renacimiento que paseaba en las noches de luna por los jardines y parques para besar las bocas de golondrina de las esculturas. 

Su pintura requiere tal perfección en el dibujo y en el color que no deja de asombrar, la mitología clásica a través de la estatuaria, mezclada con maquinaria o artilugios industriales es el tema habitual de sus cuadros. Mezcla pasado y presente, mito y realidad. Figuras pétreas con aperos herrumbrosos y fragmentos de vehículos obsoletos. En definitiva, la alegoría del tiempo.

Maryflor





Calle Mayor, Iglesia de La Magdalena, al fondo la Basílica de Nuestra Señora del Pilar






Alegoría de la ciudad de Zaragoza






Amanece en la ciudad gris






Belchite






El pastor de Gargallo






Alegoría a Huesca






Ares






Atenea






Ave Fénix






 Dama de Fuentes






Demeter






El enigma de la esfinge






Fin de siglo






Gótico






Guardianes del tiempo






Marina






La esfinge del tiempo






La máquina del Ebro






Fábrica La Montañanesa






Estación de Utrillas






Tótem I






El guardián del faro





25 de marzo de 2016

A una mujer


A usted, estos versos, por la consoladora gracia
De sus ojos grandes donde se ríe y llora un dulce sueño;
A su alma pura y buena, a usted
Estos versos desde el fondo de mi violenta miseria.

Y es que, ¡ay!, la horrible pesadilla que me visita
No me da tregua y, va, furiosa, loca, celosa,
Multiplicándose como un cortejo de lobos
Y se cuelga tras mi sino, que ensangrienta.

Oh, sufro, sufro espantosamente, de tal modo
Que el primer gemido del hombre
Arrojado del Edén es una égloga al lado del mío.

Y las penas que usted pueda tener son como
Las golondrinas que un cielo al mediodía,
Querida, en un bello día de septiembre tibio.


Paul Verlaine







19 de marzo de 2016

Nada


Siempre pensaste en hacer la rebeldía, en que llegaría un día en el que pondrías punto final a tanta mierda. Pero ya ves, ese día nunca llegó y pasó por encima. Sólo te enseñó a contemplar el juego y las cartas, así que lo único que comprobaste que tu cortedad no era otra más de tus defectos, era tu razón de ser.
Proyectabas seguir adelante, que el paso siguiente daría lugar a la senda que te llevara a tu destino, al que no querías resistir.  
Y ahora mírate, mírate al espejo si es que puedes, y mira a los ojos de los demás también, en la misma situación que tú y realizando lo que tú ya decidiste hacer un día:
Nada. 


Maryflor 






Fotografía de Silena Lambertini



15 de marzo de 2016

Incertidumbre


Incertidumbre significa falta de conocimiento sobre una cosa, creando inquietud. Nunca sabemos nada, sólo somos capaces de jugar a imaginar. Todo es una suposición, desde las cuestiones más triviales hasta las más profundas.

¿En qué momento la inquietud se convirtió en miedo?

Me pregunto y no sé responder, pero sé que vivimos atenazados por el temor, como si el hecho de no saber nos hiciera más frágiles.

Y no es verdad.

Muy al contrario, el no conocer nos debería hacer fuertes, esa es nuestra esencia, la duda y no el miedo; si una bruja nos contara que será de nosotros hasta el día de nuestra muerte, no merecería la pena vivir. No buscaríamos, no correríamos hacia la felicidad, no lucharíamos. En definitiva, no seríamos nada.

¿En qué momento la inseguridad se convirtió en desasosiego?

En el momento en que nos enseñaron a tener miedo al miedo, por eso somos capaces de dejar de amar, de sentir, de ver y de mirar. Por eso envejecemos prematuramente y desaparecemos sumidos en una inútil lucha, tan pequeña y vil como nuestros pensamientos, convirtiéndonos en cobardes y olvidando el placer de construir castillos en el aire.

...Y sin un castillo ¿el cuento merece la pena?

Nunca 


Maryflor 






Fotografía de Elena Vizerskaya



12 de marzo de 2016

Rota


Henos aquí, pues,
como sastres ya miopes,
zurziendo el alma.


Eduardo Llanos






Pintura de Joanna Sierko Filipwska



6 de marzo de 2016

Revelación


Se sabe siempre, siempre lo hemos sabido, nada que no queramos ocultar es ocultado; pero llega el día en que de repente, lo ves.

Maryflor



Lo supe de repente:
hay otro.
Y desde entonces duermo solo a medias
y ya casi no como.

No es posible vivir
con ese rostro
que es el mío verdadero
y que aún no conozco.


Rosario Castellanos







Fotografía de Oleg Duryagin




29 de febrero de 2016

Para ti



No me olvidé que me ignoraste una vez
volviéndome tu cara cuando yo desnudaba mi corazón.

Ya no recuerdo las palabras que chocaban en el temblor de mi boca
igual que lo hacen los pájaros cuando buscan su nido en la noche.

No ignoré que tú ya lo tenías dispuesto todo,
aún así...
fui.


Maryflor





Pintura de Juan Cossio



28 de febrero de 2016

No hay peor crueldad

  

!Oh que espanto!

Me han vuelto a salir alas. Comenzaron como una pelusilla, un no sé qué en los homoplatos, me hacían cosquillas. Hasta que un día habían crecido y me las vi ahí, un grupo de plumas suaves, delicadas pero sólidas, ya era tarde... todo volvía a ser un caos, como antes.

No las quiero.

Las alas duelen, no mientras crecen, sino cuando se abren , liberan el corazón y consiguen hacerte volar, volar alto olvidándose de lo mucho que te dañan al caer, y cuánto más te elevan, peor es cuando te estrellas contra el suelo, rompiendo las costuras que tan cansada estoy de coser.

Dejan ir todo lo que encierran, todas las cosas que alimentaste mientras estabas sana, las palabras, los gestos, las sensaciones, los sueños, las fantasías; pero que en algún momento se enquistaron y la cálida corriente que te elevó deja de sostenerte, te precipitas al asfalto sin que nadie se de cuenta, sin que otros oídos escuchen el estruendo y sin que otros pies sientan el terremoto.

Así que no, no las quiero, me las arranco.

Habrá alguien que me dirá que es miedo y le responderé que si, que el miedo me da cordura y la cordura me proporciona tranquilidad, que sigo creyendo que si no subo tan alto no me haré tanto daño al caer.

!Qué horror!

Me las arranqué hace un tiempo y ya están empezando a salir.

Maryflor







Fotografía de Jaime Baldridge



23 de febrero de 2016

Violeta púrpura



Cuando te permites ser hermosa,
es como permitirte ser una violeta púrpura
llena de rocío aferrado a sus hojas.

Tan hermosa te sientes,
que haces una pausa en medio de tu vida
para deslumbrar, y por un momento,
tener miedo de estar viva.


Maryflor






Fotografía de Agniesza Loreki