Que escuches tu anhelo de ser libre.
Que los marcos de tu pertenencia sean lo
suficientemente grandes para los sueños de
tu alma.
Que te despiertes cada día con una voz de
bendición que susurre en tu corazón que
algo bueno va a pasarte.
Que encuentres armonía entre tu alma y
tu vida.
Que la mansión de tu alma nunca se convierta
en una casa embrujada.
Que conozcas el anhelo eterno que vive en
el corazón del tiempo.
Que haya bondad en tu mirada cuando miras
hacia tu interior.
Que nunca levantes paredes entre la luz y
tú mismo.
Que tu ángel te libere de las prisiones de
la culpa, el miedo, la desilusión y la desesperación.
Que permitas que
la belleza salvaje del mundo invisible
te convoque,
te cuide y
te abrace
en pertenencia.
John O´Donohue
Pintura de Vladimir Kush
Preciosos textos que son un respiro para el alma herida.
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