Le hice jurar que me salvara de lo que nunca quise ser,
sin embargo fui yo la que corrió el riesgo de perderse.
Han pasado muchos años.
Yo me perdí.
No exactamente como temíamos entonces,
pero sin duda extraviada.
Fallada.
Y entre tanta voltereta, el otro ser humano permaneció a salvo.
Inmune al oleaje.
Aferrado a la cordura.
Maryflor
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