Ahora comprendo por qué
al promediar diciembre
mi madre se tornaba pensativa.
Ahora comprendo su silencio
ahora comprendo su apatía.
Su caminar por las habitaciones
con la mirada buscando
otras cosas, otras cosas,
lejanas y perdidas.
Ahora comprendo su voz
que se esforzaba por ocultar
esa lágrima indiscreta que rodaba
por sus mejillas arrugadas
en diciembre... en diciembre.
Quietud del tiempo
que se detiene por un minuto
al terminar diciembre
espejos que acusan las ausencias,
espacios que revelan un vacío.
Ahora comprendo
ahora que me lleno de recuerdos
ahora que mi sombra se desliza
por las habitaciones
de mi casa antigua
queriendo encontrar con mi mirada
esas cosas, esas cosas
que partieron con el último
minuto de diciembre.
María D'Abate
Pintura de Danielle Richard
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