19 de marzo de 2016

Nada


Siempre pensaste en hacer la rebeldía, en que llegaría un día en el que pondrías punto final a tanta mierda. Pero ya ves, ese día nunca llegó y pasó por encima. Sólo te enseñó a contemplar el juego y las cartas, así que lo único que comprobaste que tu cortedad no era otra más de tus defectos, era tu razón de ser.
Proyectabas seguir adelante, que el paso siguiente daría lugar a la senda que te llevara a tu destino, al que no querías resistir.  
Y ahora mírate, mírate al espejo si es que puedes, y mira a los ojos de los demás también, en la misma situación que tú y realizando lo que tú ya decidiste hacer un día:
Nada. 


Maryflor 






Fotografía de Silena Lambertini



15 de marzo de 2016

Incertidumbre


Incertidumbre significa falta de conocimiento sobre una cosa, creando inquietud. Nunca sabemos nada, sólo somos capaces de jugar a imaginar. Todo es una suposición, desde las cuestiones más triviales hasta las más profundas.

¿En qué momento la inquietud se convirtió en miedo?

Me pregunto y no sé responder, pero sé que vivimos atenazados por el temor, como si el hecho de no saber nos hiciera más frágiles.

Y no es verdad.

Muy al contrario, el no conocer nos debería hacer fuertes, esa es nuestra esencia, la duda y no el miedo; si una bruja nos contara que será de nosotros hasta el día de nuestra muerte, no merecería la pena vivir. No buscaríamos, no correríamos hacia la felicidad, no lucharíamos. En definitiva, no seríamos nada.

¿En qué momento la inseguridad se convirtió en desasosiego?

En el momento en que nos enseñaron a tener miedo al miedo, por eso somos capaces de dejar de amar, de sentir, de ver y de mirar. Por eso envejecemos prematuramente y desaparecemos sumidos en una inútil lucha, tan pequeña y vil como nuestros pensamientos, convirtiéndonos en cobardes y olvidando el placer de construir castillos en el aire.

...Y sin un castillo ¿el cuento merece la pena?

Nunca 


Maryflor 






Fotografía de Elena Vizerskaya



12 de marzo de 2016

Rota


Henos aquí, pues,
como sastres ya miopes,
zurziendo el alma.


Eduardo Llanos






Pintura de Joanna Sierko Filipwska



6 de marzo de 2016

Revelación


Se sabe siempre, siempre lo hemos sabido, nada que no queramos ocultar es ocultado; pero llega el día en que de repente, lo ves.

Maryflor



Lo supe de repente:
hay otro.
Y desde entonces duermo solo a medias
y ya casi no como.

No es posible vivir
con ese rostro
que es el mío verdadero
y que aún no conozco.


Rosario Castellanos







Fotografía de Oleg Duryagin




29 de febrero de 2016

Para ti



No me olvidé que me ignoraste una vez
volviéndome tu cara cuando yo desnudaba mi corazón.

Ya no recuerdo las palabras que chocaban en el temblor de mi boca
igual que lo hacen los pájaros cuando buscan su nido en la noche.

No ignoré que tú ya lo tenías dispuesto todo,
aún así...
fui.


Maryflor





Pintura de Juan Cossio



28 de febrero de 2016

No hay peor crueldad

  

!Oh que espanto!

Me han vuelto a salir alas. Comenzaron como una pelusilla, un no sé qué en los homoplatos, me hacían cosquillas. Hasta que un día habían crecido y me las vi ahí, un grupo de plumas suaves, delicadas pero sólidas, ya era tarde... todo volvía a ser un caos, como antes.

No las quiero.

Las alas duelen, no mientras crecen, sino cuando se abren , liberan el corazón y consiguen hacerte volar, volar alto olvidándose de lo mucho que te dañan al caer, y cuánto más te elevan, peor es cuando te estrellas contra el suelo, rompiendo las costuras que tan cansada estoy de coser.

Dejan ir todo lo que encierran, todas las cosas que alimentaste mientras estabas sana, las palabras, los gestos, las sensaciones, los sueños, las fantasías; pero que en algún momento se enquistaron y la cálida corriente que te elevó deja de sostenerte, te precipitas al asfalto sin que nadie se de cuenta, sin que otros oídos escuchen el estruendo y sin que otros pies sientan el terremoto.

Así que no, no las quiero, me las arranco.

Habrá alguien que me dirá que es miedo y le responderé que si, que el miedo me da cordura y la cordura me proporciona tranquilidad, que sigo creyendo que si no subo tan alto no me haré tanto daño al caer.

!Qué horror!

Me las arranqué hace un tiempo y ya están empezando a salir.

Maryflor







Fotografía de Jaime Baldridge