Ruibarbo
Mi madre aseguraba que una taza de ruibarbo
podía curarlo todo, hasta los males de amor.
Mi padre pensaba que un poco de dinero
era mejor que el ruibarbo y el amor
(además podía comprar mucho más que eso).
Cuando yo tenía fiebre o estaba triste
ella me daba ruibarbo.
Mi padre me dejaba algunas monedas.
Cuando ella murió él se metió en su cuarto,
apagó la luz y sentí que lloraba bajito.
Jamás lo había visto hacer esas cosas
y el aire empezó a faltarme.
Toqué la puerta y cuando me abrió
dejé en su mano una moneda.
John J.Junieles
John J.Junieles
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